sábado, 26 de febrero de 2022
Suicidio, la enfermedad de moda
El suicidio del tutor de los dos hijos de Ricardo Fort, el famoso
multimillonario fallecido hace varios años y que conmocionó a la
opinión pública, reaviva un tema muy de moda.
El suicidio en esta época en que todo el mundo y decimos todo el
mundo, no solamente los argentinos, está sufriendo las consecuencias
mentales y psicológicas terribles de la pandemia que ha costado
muchas vidas y que sumerge a millones de seres humanos en oscuros
laberintos que los desorientan y que no pocas veces orientan a algunas
personas hacia el suicidio.
Nosotros tenemos algunas experiencias al respecto. Hace muchos años
un hombre joven, de 30 años más o menos, entró ofuscado a Estrella,
nuestro diario, insultándonos porque en Estrella había salido la noticia
del suicidio de un vecino y eso para la persona que llegaba ofuscada a
Estrella significaba algo grave.
Este joven, nos dijo:
- ¡Nosotros en casa no queremos que nuestro padre que quiere
suicidarse escuche nada al respecto! Porque la idea del suicidio
es contagiosa.
Nos costó trabajo calmarlo al joven, diciéndole que nuestro diario
tenía la obligación de publicar las noticias, no las inventábamos y le
pedimos disculpas, prometiéndole que íbamos a tener cuidado de que
no se repitiera una situación parecida.
En la ciudad de 9 de julio hace unos años, hubo una ola de suicidios
impresionantes, todos presuntamente por la mala situación creada en
el país y porque se contagiaban las tendencias de la gente que quería
huir de una dolorosa realidad, poniendo fin a su vida.
Hay casos sorprendentes. Años atrás un querido vecino que trabajaba
en el Banco Independencia de Carcarañá, había viajado a renovar su
pase para ir al trabajo todos los días. Volvió a Cañada de Gómez, fue a
la virgencita del sur y se pegó un tiro.
Nadie entendía ni entendió (ni entenderá) nunca, jamás, esa actitud,
pero a nosotros nos puso en guardia porque descubrimos en ese hecho
y en otros que el suicidio es un acto muy peligroso.
En Comarf, hace unos cuantos años trabajaba un joven muy atento y
sonriente y muy amigo nuestro. Liliana, mi mujer, pasó un mediodía y
le dejó un reloj que tenía problemas y el muchacho con una ancha
sonrisa le dijo:
- No hay problema señora, en un rato se lo arreglo.
Liliana pasó a la tarde y se enteró que Horacio, ese joven, se había
colgado en su casa después de comer.
Hoy en día, quizás como nunca, se dan situaciones muy difíciles de
vivir, soportar y padecer especialmente para la gente mayor,
encerrada, aburrida, enloquecida por la televisión, la radio y la
pandemia, pese a todas las vacunas con que supuestamente se ha
atacado a este mal que hace más de dos años existe en todo el mundo.
Hace más de un siglo en Inglaterra, se había puesto de moda el
suicidio, porque había surgido la versión de que llegaba el fin del
mundo.
El suicidio tirándose desde un piso 21 del amante de Ricardo Fort
reabre el tema y nos permite hacer estas acotaciones esperando que los
medios de comunicación, difusión e información sepan parar la ola de
suicidios para evitar que todo esto continúe sumando más víctimas.
EL DIRECTOR