sábado, 16 de abril de 2022
ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI
En 1976, un 6 de abril, ya Estrella agonizaba. Mi decisión era dejar el
diario por el poco apoyo que tenía, tanto sea en lectores como en
avisadores. Ya me defendía para mantener a mi familia con Ronda
Musical, pero el diario agonizaba.
Un día, cuando llego a la redacción de Estrella, que estaba en el local
9 de la Galería Batistelli, me encuentro una faja cruzada en la puerta
que decía: “Clausurado”.
Creí que era una broma de alguno de los músicos de Ronda Musical y
rompí todo el papelaje que habían colocado.
Hablé con mi abogado, que era secretario del Teniente Coronel
Moressi, que había desalojado del poder al intendente municipal de
Cañada de Gómez en nombre de las Fuerzas Armadas que habían
tomado el poder en Argentina, el 24 de marzo de 1976. Y este me
aconsejó que vaya a hablar con Moressi porque habían decidido
clausurar el diario y que consultase porqué. Eso hice y el Teniente
Coronel Moressi me mandó a detener por la policía y pasé 74 días en
la cárcel. Primero en la Jefatura de Rosario, con los presos comunes y
luego en La Redonda, con los presos terroristas.
Todo se debía a una caricatura que hice y publiqué del dictador
Videla.
Yo que pensaba cerrar el diario por la falta de apoyo me encontré
súbitamente con el apoyo de toda la zona y de toda la región, en
especial de Cañada de Gómez.
Primo Sconochini, empleado y cobrador del diario, levantó más de
5.000 firmas en todo el pueblo para que me dejaran libre. Las únicas
dos personas que se negaron a firmar fueron Abel Romegialli y
Roberto Bernasconi, (algo realmente sorprendente).
Al salir en libertad, 74 días después, me encontré con un gran apoyo
de avisadores y lectores, remontando el nivel de nuestro diario. Ese
apoyo que el pueblo me negaba, cambió totalmente a la inversa y
repuntó el diario hasta la actualidad.