sábado, 2 de abril de 2022
¿Por qué fui peronista?
Cuando la gente habla de sus tendencias políticas, generalmente, su
tendencia obedece a algún motivo. Hoy quiero explicarles porqué
quien escribe, tiene tendencia peronista pese a ser periodista, pero no
deja de respetar ni a radicales, ni a demócratas progresistas, ni a
socialistas, nacionalistas, ni a ninguna otra tendencia diferente.
El asunto fue así…cuando yo tenía siete años, la miseria que existía en
el país era espantosa. Gobernaba el General Edelmiro J. Farrell entre
otros, que ya hacían ver un horizonte mejor y menos oligarca a la
distancia.
Para que mucha gente conozca esa realidad que solo le puede contar
con propiedad un anciano como yo de 86 años, que vivió esa época y
aclarar a muchos el panorama, a la gente que mira sin ver la realidad
de la historia del tiempo peronista.
Las familias no tenían para pagar el alquiler de una casa, menos aún
para construirla en su gran mayoría. Eso sí, había un grupo rico que
tenía varias casas y que no tenía que apelar a los recursos que usar los
pobres.
Los pobres se juntaban dos, tres o cuatro hermanos con sus hijos, con
sus padres, y hacían vida común en una casa. Vivían todos juntos,
comían todos juntos, algunos dormían en camas y otros en colchones
colocados en el suelo. Ni hablar de Justicia Social, de créditos a la
gente pobre y cosas así.
Mi familia, toda ferroviaria o docente, sufrió lo siguiente. Mi padre,
mi madre, mi hermano y yo, vivíamos con mi abuela Magdalena
Valfosca, que también convivía con sus otros cuatro hijos más jóvenes
que mi mamá (hija de Magdalena).
Nadie sabe como hacían pero comíamos todos, aunque comidas
baratas, y mi padre ferroviario, un poco por vergüenza, por no tener
plata para pagar un alquiler, optó por pedir una “vacante” que ofrecía el ferrocarril, manejado por los ingleses, a los empleados ferroviarios que ofrecían vivienda incluida en la oferta.
Mi padre, mi madre, mi hermano y yo, fuimos a casas del ferrocarril, a
Sánchez (Buenos Aires), Ramón Cárcano, Marcos Juárez, y Venado
Tuerto. A parte de tener casa gratis, teníamos la posibilidad de que mi
papá fuera escalando posiciones dentro del ferrocarril inglés, que fue
uno de los mejores negocios que hizo Perón al comprarlos y hacerlos
ferrocarriles argentinos. Pese a que los contrarios al líder, hasta hoy, lo
critican por ese brillante negocio que aún hoy funciona y muy bien a
pesar de que sus enemigos han intentado destruirlo, y al poco respeto
que muchos “peronistas” ferroviarios tuvieron en el cuidado de su
explotación (que de eso hablaremos otro día).
Cuando hoy hablan de política, radicales, socialistas, comunistas, etc,
curiosamente, ninguno nombra a Evita, que fue el estandarte, la guía,
y la razón de vivir del gobierno peronista. Y una bandera que aún hoy,
ondea en los corazones peronistas y fuera elogiada en todo el mundo
por la tarea realizada en la pobre Argentina de los 1940´s.
Cuando cayó Perón, en 1955, la Argentina lucía con industrias
funcionando, con enormes arboledas de punta a punta del país, una
obra poco reconocida al gobierno peronista, y la mejor infraestructura
del mundo. Ya la Justicia Social no era un sueño sino una realidad. La
Argentina de Perón había dejado atrás la miseria social de 1940. Y
uno de estos días les seguiremos contando cómo fue aquello.
EL DIRECTOR