Peronistas preocupados

No es precisamente este un buen momento para la Argentina. Luego de soportar un gobierno nefasto, desvergonzado, apañado por un periodismo como el de Clarín y la Nación, absolutamente entregado a los ricos delincuentes y a los argentinos traidores que privilegian sus intereses y no quieren bajarse de las enormes fortunas que recaudaron amparados por la pandemia y otros desastres que sacudieron al mundo. Los peronistas esperaban otra cosa de Alberto y Cristina. Los peronistas esperaban un discípulo de Perón y no un títere político que no sabe manejar la enorme autoridad que tiene un Presidente de la República en un país tan rico como la Argentina. ¿Gente muerta de hambre en la Argentina? Nadie puede creerlo. Productores agropecuarios escondiendo miles de millones de dólares en granos para perjudicar al gobierno de nuestro país. Esas cosas seguramente no hubiesen ocurrido si Alberto Fernández hubiese sido un verdadero alumno de Perón. Las decisiones de los productores agropecuarios de no vender sus enormes silos llenos de granos para perjudicar a la economía de la Argentina, no hubiese sido posible si el presidente fuese, en vez de Alberto Fernández, un discípulo verdadero de Juan Domingo Perón. El cretinismo de los multimillonarios no hubiese sido permitido por Perón. Todos recuerdan las grandes campañas contra el agio y la especulación que imponía Perón para favorecer la economía nacional, el dinero de la gente que trabaja y la Justicia Social. La gente que los votó a los Fernández ya deben estar muy pero que muy arrepentidos de haber puesto un voto a estos, pero mucho peor hubiese sido votar a los esbirros de Macri, que le robaron al país fortunas incalculables durante esos cuatro años de delincuencia en un país rico como pocos por la producción de alimentos y por la capacidad industrial que siempre mostró la Argentina ante el mundo. ¿Que estamos esperando los argentinos? No nos queda otra que rezarle a Jesucristo, para que bendiga al próximo presidente argentino, sea del partido que fuese pero primordialmente, que sea un argentino que piense más en el país que en sus cuentas bancarias. Dios se cansó de hacer milagros para la Argentina. Y los argentinos de verdad queremos que haya realmente un cambio, pero no para el lado de la izquierda o la derecha, sino un cambio de mentalidad en los políticos que gobiernen a la Argentina desde 2023, que privilegien la Justicia Social que hoy nadie parece respetar. EL DIRECTOR