sábado, 10 de septiembre de 2022
¡Hay quienes traicionan a la Patria!
Es tal el desconcierto del pueblo argentino, que se hace muy difícil
manejar editoriales periodísticas y menos aún aceptar que ciertos
diarios inventen editoriales, mentiras e infamias que no tienen ningún
contacto con la realidad.
Todos los argentinos, entre los que nos contamos, vivimos esperando
que todo esto se normalice, que todos los que esconden sus granos y
sus cosechas vendan algo de lo que dio nuestra tierra, porque es
importante que no se pudran en galpones o en silos bolsa sino que
acrecienten el dinero que entra al país y que la gente necesita (y el
gobierno también) para afrontar los asuntos sociales, económicos y
políticos que normalmente cualquier gobierno del mundo tiene.
Mucha gente está desconforme con el manejo político y económico
que Alberto Fernández está haciendo del Gobierno Nacional, todo se
transformó en una anarquía. Todo esto causa una profunda depresión
en el único peronismo que existe que es EL DE PERÓN.
Alberto Fernández prometió los remedios para los jubilados y los
ancianos y fue un fiasco total. Solo hay algunos pocos y baratos
remedios que se le dan a algunos jubilados, pero para nada se condice
con las promesas de Fernández antes de ser Presidente de la Nación.
La desesperación del macrismo, del kirchnerismo, de Clarín, de La
Nación, de Página/12 por agrandar la grieta nos tienen así. Es muy
difícil manejar el periodismo de hoy porque son más numerosas las
protestas que los aplausos. En un país saqueado por la corrupción,
donde los que no tenemos la manija del barco, ni la posibilidad de que
no naufrague, no podemos hacer nada, o tal vez si: rezar y luchar para
que de una buena vez, los buenos políticos, si es que todavía existen,
aunque no en gran número, encarrilen las medidas necesarias para que
la gente vuelva a tener trabajo, para que los pobres vuelvan a comer,
para que las fabricas aumenten su producción y todo vuelva a
funcionar, y no lo que hoy está ocurriendo.
Es inadmisible que el periodismo de hoy, entre los que nos contamos,
tengamos que seguir pidiendo milagros a Dios, que nos salve de un
naufragio terrible, en vez de quienes el pueblo votó para que la
Argentina vuelva a estar mejor y no lo han hecho.
Se hace muy difícil coordinar ideas periodísticas cuando hay
periódicos, y los más importantes, que fabrican día a día mentiras de
un lado y del otro. Porque en estos momentos la mayoría de los
argentinos estamos convertidos en testigos de barbaridades que
cometen desde la oscuridad tanto el oficialismo como la oposición,
utilizando métodos absolutamente incorrectos y que solo derivan en
graves problemas que nos está tocando enfrentar a todos.
Nos sentimos incapacitados para sugerir medidas, porque no somos
capaces de inventarlas, para que todo se solucione y el pueblo vuelva
a tener dignidad y los políticos vuelvan a pensar cuál es su obligación
ante el pueblo y las soluciones que hoy nadie busca, que nadie pone en
marcha.
Para salvar a la Patria necesitamos renovar a la gente que está
gobernando el país, porque salvar a la Patria no significa salvar a
ningún político sino al pueblo argentino y a su bandera.
EL DIRECTOR