Un homenaje a nuestro querido y recordado colaborador.
Hace
tiempo que queremos hacerle un homenaje a Carlitos Faúl que fuera un
colaborador imprescindible de Estrella trayéndonos cosas viejas al recuerdo de
la gente que nos lee, que son en su mayoría gente mayor de edad.
Esa
columna que salía todos los días contándonos cosas viejas a los cañadenses que
traían nostalgias, recuerdos, ejemplos y cosas dignas de ser recordadas.
Hago
esta columna en memoria de mi amigo tratando de imitar lo que él quería:
recordar cosas que la gente no debe olvidar o le agrada recordar.
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Y
ya que empezamos con la columna de Faúl vamos a recordar una anécdota de Faúl.
Cuando Estrella vivía gracias a los folletos que hacía en sus talleres gráficos
unos de sus principales clientes era VICUPIRO de Oncativo eran tan amigos con la gente de
este diario que una vez al año viajaban ellos hacia Cañada de Gómez y jugábamos
una especie de olimpiadas al fútbol, básquet, ajedrez, bochas, canasta y truco.
Había un trofeo que lo ponía el local a los seis meses la gente de Estrella
devolvía la visita a Oncativo donde se jugaban los mismos juegos, en una de
esas cenas donde la Estrella era Tapón Di Santo
un cuentista genial, donde no faltaron cantores de Oncativo que
trabajaban en Vicupiro y allí Carlitos Faúl quiso demostrar sus cualidades de
recitador gauchesco cosa que a él le encantaba. No sabemos si se equivocó o se
distrajo o tenía más vino encima del que era necesario para acordarse bien la
letra de un poema. El tema es que el final fue el siguiente:
“Llegaba
a su rancho el gaucho cuando encontró a su china en brazos de otro hombre.
Ciego de odio el gaucho bajó del caballo, agarró la guitarra y al varón le pegó
una estocada…” se hizo un silencio y luego la carcajada fue unánime Carlitos
Faúl había hecho sacar una guitarra al gaucho gorreado y pegarle una estocada
al gaucho que lo traicionaba.
Con
su humor permanente Raúl siempre contaba esta anécdota en que él hizo que con
una guitarra un gaucho le pegara una estocada a su rival.
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Sarmiento
hizo fútbol mucho tiempo. Siempre con los pibes, Sarmiento perdía por varios
goles. Ítalo Pisci no solo era entrenador sino también jugaba y bien pese a los
años que tenía un día sarmiento perdió por un solo gol y el barrio de los
arviverdes le hizo un asado al equipo por la proeza de perder por solo un gol.
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Fuimos
una vez a ver Belgrano de Córdoba y Racing a la ciudad de Córdoba. Hacía poco
en Belgrano había jugado “Quitalo” Eduardo Satucho, que ya había sido devuelto
a Sport.
La
hinchada de Belgrano amaba a Quitalo y
preguntaba porque lo habían dejado ir si le había hecho creemos tres goles a
River con la casaca del pirata lo que motivó una oferta de River por el
jugador, en época de Ermindo Onega y en su misma posición y la dirigencia de
Sport no lo dejó ir. Sin lugar a dudas hubiese sido Quitalo una estrella en
River como lo fue en Sport y en Belgrano de Córdoba.
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Los
días 11 de cada mes Cañada estaba de fiesta. Ese día llegaba al ferrocarril, el
vagón pagador, donde cerca de 800 o 900 ferroviarios cobraban su sueldo, que
luego de cobrar corrían a pagar las libretas del almacenero o de la tienda o
las deudas que habían contraído durante el mes. Era el ferrocarril Ingles que
compró Perón y luego destruimos los argentinos. Otros tiempos…