jueves, 5 de agosto de 2021

EL TRISTE FINAL DE UN VIEJO Y GRAN ORGULLO.

Hubo un gran grupo de suizos en Cañada de Gómez que hicieron
grandes empresas, industrias, fábricas, comercios y negocios que
dieron trabajo a cientos y a miles de personas, los suizos bien
podemos decir que honraron a su país pero en Cañada de Gómez.
Entre las cosas que los suizos hicieron esta su restaurante y salón de
fiestas que hoy se encuentra abandonado. Los más viejos vivimos allí
en su hermosa pista de baile nuestros primeros pasos al ritmo de los
jazz de la época o los quintetos de tango en los grandes bailes
inolvidables y memorables. No se bailaba con discos, si no había
orquesta, no había baile. Miles de anécdotas, recuerdos y memorias
hay de aquellos años dorados, de aquella época dorada.
Hasta no hace muchos años había conserjes que habían mantenido
bastante bien el local de tan larga vida pero al parecer algo pasó,
alguien falló y hoy este increíble, fantástico y maravilloso edificio
dueño está abandonado, deshabitado y destruido como pidiendo por
favor que alguien se acuerde de él y de los grandes momentos que le
dieron brillo.
No perdemos la esperanza de que alguien que pueda económicamente
y financieramente se acerque a la Sociedad Suiza con alguna idea, con
algún proyecto, con alguna solución y también, con algún resabio de
aquellas viejas emociones y sentimientos que allí se han vivido.
Esto es lo que pensamos y lo que creemos.
Semejante lugar y semejante historia no pueden pasar desapercibidos
y menos para los nuevos cañadenses que seguramente no deben saber
y conocer todo esto y están desperdiciando un brillante lugar apoyado
en un más brillante pasado.

EL DIRECTOR