martes, 18 de abril de 2017

JUGANDO CON FUEGO


Cuando el ultramillonario Donald Trump ganó las elecciones en Estados Unidos tuvimos todos la sensación de que ese señor acostumbrado a que su palabra es ley amparado en sus miles de millones de dólares podría llegar a tener funestas influencias en el futuro del mundo. Y no nos equivocamos, la súper bomba que hizo explotar en un país  que vive preparando golpes terroristas pudo haber tenido algún sector de la sociedad que odia el terrorismo suicida que terminó con las Torres Gemelas y que desparramó por el mundo a terroristas que no temen morir matando. Algo insólito, inexplicable, pero peligrosísimo para el mundo. Mas allá de las amenazas de la ley una persona que no le importa morir sino producir daños a coste de su vida es imposible de encuadrar en una sociedad y permitirle vivir en contacto con todos sus semejantes.
En plena polémica porque ya antes Trump había tirado 60 misiles teledirigidos destruyendo un aeropuerto terrorista en Asia. Trump quiso avisarle a Rusia y pretendía lograr su apoyo para eliminar el terrorismo asiático que tanto preocupa al mundo. Pero el agua y el aceite no se mezclan.
Ahora Norcorea le envía un misil a Estados Unidos pero lo hace explotar antes de llegar como diciéndole a Donald: Cuidado Trump que nosotros también podemos hacer como Estados Unidos y tenemos la bomba atómica.
Si Trump llegó para jugar a la guerra estamos perdidos ya bastantes grietas sufre el planeta para que el hombre siga en su estúpida idea de destruirlo como lo están haciendo los países que siguen haciendo experiencias nucleares pese a los  daños que producen y contra la opinión de todos los hombres libres del mundo. Sentémonos en la tribuna y veamos qué tipo de partido nos van a ofrecer estos nuevos prepotentes de la guerra.

EL DIRECTOR