La historia dice, cosa que pueden verificar la gente de edad, que siempre los golpes institucionales fueron precedidos por ola de paros, manifestaciones y desorden.
Nosotros sabemos que no sería bueno que renunciara el presidente porque traería todavía más desorden pero también sabemos que el hambre de los pobres es algo que va a producir más movimientos más piquetería y más desorden del que se está viviendo en estos últimos tiempos. Hay algunos síntomas positivos en el gremialismo nacional que se diferencia y mucho a los que presidieron dictaduras militares desde 1955 al 1983.
En ese periodo los paros solo servían para motivar golpes de estado y nunca soluciones, diálogos fructíferos, o soluciones meditadas sanamente por todos los sectores políticos.
Es evidente, y se ha manifestado en casi todo el país quizás la gente se resiste a parar. Que un paro no lo ven como solución, y además y ha mejorado el nivel intelectual de los altos dirigentes gremiales en los últimos años.
En la zona el paro fue parcial y creemos que en casi todo el país fue lo mismo. Lo único que produjo son algunos disturbios y pérdidas millonarias para un país que necesita trabajar, organizarse y dialogar entre todos los sectores con la mirada puesta en el futuro o al menos que sirva el análisis de lo que pasó ya muchas veces en el país.
EL DIRECTOR.