Cuando
en 1983 la Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, ponían en peligro de una guerra atómica entre
las dos grandes potencias, estas se pudieron de acuerdo en algo: analizar qué
ocurriría el día después de una guerra atómica entre Rusia y Estados Unidos.
Desde
un primer momento la película conmocionó al mundo porque mostraba
descarnadamente lo que podía ocurrir sobre la faz de la tierra si esa guerra se
desataba. Quizás fue la primera vez que Rusia y Estado Unidos coincidieron en
algo. En los riesgos del planeta si esa guerra se desataba.
En
su momento desde 1983 en adelante la película no salió en video, pero nosotros
pudimos en 1985 copiarla de la televisión y reproducirla tiempo después en “El
Globo” de Atila Jartti. En todos los cines del mundo se vio esa película y
generó un pánico general entre los seres humanos porque todo lo que ocurre en
la película era perfectamente posible.
Las
bravuconadas de Donald Trump que motivaron que Corea del Norte le contestara
también con bravuconadas como diciéndole al primer mandatario norteamericano “No jodas, que nosotros también tenemos la
bomba y podemos llegar a tirársela al mismísimo Estados Unidos”.
Esperemos
todos los que miramos este partido de payasos y bravucones que no parecen darse
cuenta que están jugando con el futuro del mundo tienen que dejarse de esas
actitudes increíblemente torpes, que para nada le pueden hacer bien al género
humano. Que sume sus esfuerzos Estados Unidos, Rusia, Japón, Las Coreas, China,
Francia, Israel y los países Árabes el lograr la cura del cáncer de los ACB,
las vacunas para que la gente viva más y mejor, y el mundo de una buena vez empiece a mirar
la cosa sin odios ni rencillas sabiendo que todo lo que sea guerra merece el
repudio de todas las sociedades del mundo. En internet puede usted ver esa
película que se vio en todos los cines en 1985 y años posteriores con un
resultado positivo. Porque aquella jamás se desató y no hubo un “día después”
como en la película.
Convendría que Trump, los coreanos y los terroristas de
cualquier sector del mundo vean “El Día después”, aunque pensándolo bien a
algunos poco le importaría, como que están decididos a envolverse de bombas y
explotar para matar gente inocente e irse a la gloria de Ala a esos poco puede
importarle que haya una guerra atómica.
Realmente
no nos equivocamos cuando le tuvimos miedo a Donald Trump, manejando la primera
potencia bélica del mundo.
EL DIRECTOR.