martes, 27 de junio de 2017

STELLA CLERICI Y UNA VIRTUD MÁS PARA RECONOCERLE

Es verdad que somos fanáticos defensores de la Gestión Clérici.
Es verdad que le cambio la cara a Cañada de Gómez en sus gestiones consecutivas donde le cambió hasta el espíritu de ciudad chata desagradecida y poco afecta a reconocer las grandes luminarias que nacieron en Cañada de Gómez y se proyectaron por el mundo.
Cuando le decimos la Súper Intendenta no lo hacemos con otro espíritu que el de hacer justicia. O acaso la tranquilidad del barrio más populoso y querido de la ciudad, el barrio sur recibe las lluvias y tormentas de hoy durmiendo plácidamente en sus camas porque hay una presa que Dios sabe las gestiones que tuvo que hacer Stella para lograr hacer semejante obra.
¿Se acuerda de la Plaza de Cañada de Gómez que parecía un cementerio sin luz con gente que se caía por las baldosas sueltas de la vieja Plaza San Martin antes de llegar ella al poder? No dio una vuelta por Cañada de Gómez en coche a mirar la cantidad de barrios nuevos y las cientos de cuadras de pavimentos nuevas que hacen de Cañada de Gómez casi el doble de lo que era, y eso que había habido buenos intendentes en la ciudad, no estamos criticando, Estamos elogiando a alguien que está pasando a la historia en las páginas de oro o de diamante de nuestro diario que sale el 4 de Octubre. Acaso imaginó alguien antes de la Gestión Clérici que Cañada iba a tener una casi ciudad Industrial al este en el cruce con Bustinza, la Iglesia reconstruida, las luces de la plaza resplandecientes, un lugar para la juventud en pleno corazón de la ciudad, un salón de espectáculos maravilloso como el salón del Bicentenario, un SUM en el renovado Parque Municipal para albergar chicos o delegaciones que vengan a Cañada de Gómez podríamos así llenar más de una página con las obras que faltan mencionar, y en eso es justo reconocer a sus colaboradores, muchos de ellos brillantes, imaginativos y que saben interpretar perfectamente la Cañada de Gómez que quiere Stella Maris Clérici.
Hace pocos días pasando circunstancialmente por una calle del sur oeste una mujer nos gritó desde una vereda –“usted que es periodista fíjese los yuyos que hay en mi vereda”. Le respondí sin pensar y desde ya le pido disculpas a la mujer –“arránquelos usted señora o quiere que venga Stella  a cortarlos”.
La bronca no nació porque esa cuadra no hace mucho era de tierra y hoy tiene un hermoso pavimento y las veredas, cuidado que es para toda la ciudad esta frase, tienen la obligación de cuidarlas los frentistas, no la señora intendenta.
Stella Clérici y una virtud más para reconocerle: su paciencia, su capacidad y que no la ofenda quien quiera sino quien pueda y merezca.

EL DIRECTOR.