No
se trata de partidos políticos, se trata de vergüenza nacional, y que pone en
tela de juicio la utilidad que el país le da a su congreso de la Nación.
Cuantos
millones de argentinos pobres alimentaríamos y ayudaríamos con la fortuna que
le cuesta al país este inútil congreso que le permite a De Vido ser diputado,
no estar preso, esquivar todas las causas de la justicia, como sintiéndose el
rey de la Argentina inalcanzable para la justicia y la ley.
¿Qué
ejemplo le estamos dando a la juventud?
Una juventud brillante en su gran mayoría defraudada y aterrada de ver a este señor con cara de mafioso y
técnicas mafiosas que le robó por 12 años a la nación y hoy no lo podemos sacar
del congreso y meterlo en una cárcel, lo que produciría un alivio nacional en
todos los partidos. No se trata de un partido político. Se trata de respeto por
nosotros mismos.
Igual
actitud tenemos esperando que aclare el vicepresidente del Banco Central si él
expresó realmente lo que unas cuantas agencias noticiosas dicen que dijo en el
2012: que como son caras Argentina debía regalarle a los ingleses las Islas Falkland
(ni si quiera dijo Malvinas) y Tierra del Fuego a los Ingleses. En época de
elecciones el estado nacional debe demostrarle al pueblo argentino que tenemos
un congreso honesto y no inútil y que tenemos que tener fe en quienes gobiernan
los tres poderes del estado. Necesitamos reponer un Servicio Militar que
oportunamente se desactivó para permitirle a otro delincuente de la política
Argentina ganar una elección.
¡Cuántas
cosas se le están debiendo al Pueblo Argentino!… ¿verdad?
EL DIRECTOR.