jueves, 20 de julio de 2017

LA VIDA DE LOS PERSONAJES

En este reencuentro con nuestro viejo formato de revista, que cambió a tabloide luego de quebrar en 1967 y en vez de cerrar las puertas Estrella se convirtió en diario como desafiando a la mala suerte o al mal manejo económico o a otros factores desconocidos para la gente que no valen la pena recordar. Volver a revista Estrella para quien escribe esto tiene un valor simbólico y emotivo y detrás de todo eso la ilusión de poder volver a poder dibujar, a poder leer, a poder saludar a los amigos, y a permitir que Saturnino siga viviendo un tiempo más.
El motivo de nuestra portada de hoy, la primera en este experimento que es la revista de los jueves, tiene que ver con los personajes que mueren junto con sus creadores como perro fieles que habitualmente se dejan morir de hambre y de sed en el nicho de su amo.
Saturnino quiere decirle a Inodoro Pereyra, y a su perro Mendieta, de la injusticia que existe en que la muerte de un grande pero grande de verdad como Fontanarrosa, haya significado tan bien la muerte de sus personajes más queridos y famosos. Como murió Clemente cuando falleció Caloi. Como murió Patoruzú, la Chacha mama, Upa, el Coronel Cañones, Isidoro y otros cuando murió Dante Quinterno. 
También murió Langostino y su pequeño barquito cuando murió Ferro su dibujante y creador. Como murió Don Fulgencio, el otro Yo del Dr. Merengue, como murieron las chicas de Divito y tantísimos más que quedaron impresos en el papel y en el corazón de los viejos y no tan viejos cuando murieron sus creadores. 
La tenemos a Mafalda viva y ojalá por muchos años y que el periodismo se proponga en algún momento a impedir la muerte de personajes tan queridos y emblemáticos de la cultura Nacional. 
Como murió Hijitus hace poco y los grandes personajes de García Ferré. 
Saturnino hoy vive gracias a la tecnología y a que su creador vive todavía aunque vea poco y se aferra a no dejarlo morir haciéndole hacer las travesuras de siempre gracias al excepcional grupo que compone este diario, que es ni más ni menos que una familia.  Pero con seguridad en los pocos años que le puedan quedar después de los 81 a Atila Jartti cuando él se vaya Saturnino también se va a ir. No hay razón para creer que sea la excepción a la regla. Estos personajes de los que hablamos nacieron en el corazón de un dibujante o humorista y esa es la razón por las que mueren juntos con sus creadores.