Desde
que falleció Carlos Faul se dejo de publicar su columna en Estrella. Una de las
secciones más populares entre la gente mayor y porque hablaba de viejos tiempos
y viejas anécdotas, algunas graciosas y otras emotivas. No solo cosas vividas
por el sino recopiladas o recogidas en bares o reuniones que tanto le
gustaban Carlito nuestro gran
colaborador de Estrella y creador de las Tres Lunas de Cañada pretendo con esta columna que arranca hoy
tapar un poco el pozo que dejó Faúl en Estrella
y desde hoy a eso va.
SE NOS FUE FIERRO
Falleció
esta semana Juan Carlos de Bernardo, “Fierro” para los amigos. Nos conocimos en 4to grado en la escuela
Normal y junto con Juan Carlos Etchart (El Conejo) él y yo nos pusimos el
seudónimo de el trió Rayo. Eramos bastante traviesos y estábamos siempre
juntos. En la escuela Normal la Regente era mi Tía Nora, Eleonor Eufosina
Catalina Ramacciotti que con su mirada petrificaba a sus alumnos. Conejo Etchart
era hijo del Director del Colegio Nacional el Dr. Carlos Etchart y Conejo su
hijo mayor tenía un problema en la voz porque de chiquito tuvo un severo falso croup
y su padre que era cirujano lo opero y con los nervios que él tenía le había
producido un daño a las cuerdas vocales de su hijo, lo que motivó que
renunciara a su carrera de cirujano y se dedicara a la docencia. El asunto es
que el trió rayo de Fierro, Conejo y Jartti fueron los primeros de 4to grado
que fueron a la regencia por la temible chueca Nora como le decían
amistosamente los alumnos. Nora de la cual hablamos hace poco en Estrella, se
prendía en los picados de los chicos del barrio cercano a la estación de
ferrocarril donde habían nacido los seis hermanos Ramacciotti hijos del pelado
jefe de estación fundador del círculo fundador de obreros inmueble hoy dedicado
a Nazaret.
El
querido Fierro se nos fue y del trió
rayo quede solo, con los recuerdos y las nostalgias de tantos años de amistad,
cariño y compañerismo.
CHARLES EL INCREIBLE
Charles
Montarsino un viejo cantor de la Saint Louis Jazz de Oscar Serrano era un
bromista inagotable, es sus últimos momentos fue peluquero pero con el flaco Visón
que luego se fue a Italia compraron un camión el que iba a comprar frutas y
verduras al mercado de Rosario todos los días a las 6 de la mañana. El flaco
Visón manejaba el camión al mercado a buscar mercadería. Un día Charles le
corta el pelo a un viajante que tenía que viajara a Rosario a las 6 de la
mañana y no había colectivo, lo cual lo inspiro a Charles a decirle a su
cliente que lo podían llevar en su camión a Rosario al viajante ahorrándole el
viaje, le pidió la dirección al hombre que terminaba de cortarle el pelo y le
dijo mi socio va a pasar a buscarte para llevarte a Rosario a las 6 de la
mañana pero eso sí, háblale muy fuerte porque es sordo como una tapia.
Charles
a la tarde le avisa a Visón que mañana antes de ir a Rosario pasara a buscar a
su cliente para que no viajara solo pero eso si que le hablara muy fuerte
porque era sordo como una tapia, lo mismo que le había dicho al hombre que le
había cortado el pelo, Visón al día siguiente paso a las 5:50 al viajante y
fueron hablándose a los gritos hasta Roldan, cuando uno de ellos pregunta “¿hace mucho que sos sordo?” a lo que
el otro contesto “No, Charles me dijo
que vos sos sordo…” cuando los dos terminaron de reírse de lo que les había
echo Charles dejaron marcada para la historia la personalidad de aquel querido
amigo que también recordamos todos.
DIA
DE PAGO.
En la relación de diario estrella
cuando estábamos ubicados en Balcarce 787 y donde también teníamos el estadio
de boxeo, el local se llamaba Centro Ronda Musical como hacen muchos negocios
dependíamos de facturas semanales, en aquel viejo local eran los martes.
Teníamos un manto negro enorme, inteligentísimo que se llama Diógenes y como en
Estrella siempre le dimos un lugar preponderante al buen humor los chistes y
las bromas, un martes con una de las secretarias de Estrella, Analia
Sconocchini paramos a Diógenes frente a la puerta de vidrio donde la gente
tenía que entrara a cobrar un día martes y le pusimos a Diógenes para delante
de la puerta, se veía de afuera crema de afeitar en la boca como se le pone a
los perros cuando tienen rabia, y los dejamos horas y horas donde la gente no
quería entrar y nosotros riéndonos adentro. Decíamos que Diógenes entendía la
broma y aunque los perros no entiendan a nosotros nos pareció que nuestro
querido e inolvidable Diógenes gozaba con nosotros de la broma que habíamos
inventado.