Cuando vemos los slogans
publicitarios de los diferentes sectores políticos nos sentimos todavía más
desorientados que nunca.
Ya no hay “Perón, Perón” ni
“Grande Alfonsín” y tampoco lideres de socialistas como Palacios, los
Albertengo, los Estévez Boero y parecen como que se han desmoronado también los
Rodríguez Sà en San Luis.
Y uno entra a manotear como
en un remolino del rio tratando de alcanzar el cauce verdadero de la corriente.
¿Qué quería decir Macri con
“se puede, se puede”? ¿Qué se puede hacer de todo? ¿Qué se puede ocultar el
resultado de las elecciones del Gran Buenos Aires? ¿Qué se puede nombrar
ministro de minería a un millonario empresario dueño de minas en el sur que lo
primero que hizo es anular los impuestos que pagaba?
Ahora entendemos mejor el
nuevo partido y el nuevo slogan de Mauricio Macri: ¡¡CAMBIEMOS!!
Y
muchas preguntas más.
Sería una buena medida que
cambiemos y no solo estas cosas, que cambiemos la mentalidad de la gente que no
mide la responsabilidad que tiene su voto en el futuro de su familia y de su
patria, cambiemos los hombre que mienten mirando de frente a través de las
cámara de televisión a todo el país, cambiemos la justicia que va a cambiar
para permitirle ser nuevamente candidato a delincuentes que debieron estar en
la cárcel y no en el congreso.
Nos gusta el nuevo slogan de
nuestro presidente: ¡¡¡CAMBIEMOS!!! Pero empecemos por casa…
El Director.