Pero
lo más triste y doloroso que la palabra impunidad la estén imponiendo jueces y
fiscales argentinos en la Argentina.
No
es nuevo. La impunidad tiene muchos años de historia, y por las dudas haya
gente desmemoriada vamos a contarles algunas de las cosas que recordamos en
este momento donde la impunidad bien podría haber motivado que el que fuera a
la cárcel fuera un juez o un fiscal y no un ladrón como De Vido, como Lázaro
Báez, como Cristóbal López, como Carlos Menem, como Mazzorin, como Reinaldo por
sus negociados en el Banco Hipotecario Nacional, como María Julia Alsogaray,
Aníbal Fernández y tantísimos más que
cumplen algunos de ellos cárcel domiciliaria en sus lujosas mansiones de los
barrios de los ricos porteños.
¿Cuánto
gastó el país en 15 procedimientos recientes en nuestra zona contra el
narcotráfico? En vez de decir gastó tendríamos que haber dicho mal gastó porque
en tres días nuestra justicia ya había dejado libre a todos los presos, y como
de costumbre nadie supo y nadie sabe hoy en la Argentina que se hace con la
droga que se incauta con los grandes cargamentos de cocaína, marihuana y otras
drogas peligrosas que la policía incauta.
Cuando
los políticos se dediquen a leer la constitución, a cambiar fiscales y jueces
corruptos y a tratar de hacer un país sano, justo y soberano como dice la ley y nuestra constitución tan
jurada y respetada en los papeles, como vapuleada y ofendida en la práctica.
Tenemos
tres poderes. Pero para nosotros creemos que uno de ellos está enfermo. Y no
parece tener cura.
EL
DIRECTOR.