viernes, 6 de octubre de 2017

SIEMPRE “GRACIAS”.


Antes de ayer fue 4 de octubre. Un 4 de octubre 60 años después del primer número de Estrella, preparamos un libro conmemorativo a esa fecha que quisiéramos presentar en próximos días con la historia y los entretelones de la historia nada fácil de un diario que capeó cientos de tempestades con la ayuda de tanta gente que no nos animamos a nombrar porque seguramente nos olvidaríamos de la mitad. Y porque cada persona, entidad, empresa o dirigente que haya ayudado a Estrella, siente porqué nosotros lo hemos dispuesto así, que es dueño de este diario que puede usarlo no solo para informarse sino también para disentir o coincidir con él y porque este diario siempre en 60 años buscó el progreso, respeto a la verdad y reclamo por cambios en la justicia con la cual no coincidimos en estos momentos.
Cada lector que aprobó o desaprobó una opinión de Estrella es tan amigo como los demás, con los grandes colaboradores que tiene Estrella, con los grandes amigos y ex amigos, y somos muy respetuosos de aquellas verdades en las que nosotros no creemos pero alguna gente sí.
Tiene que haber un motivo y muy fuerte, para que en una pequeña ciudad nazca y viva 60 años un diario que sirvió a radicales, a peronistas, a antiperonistas, a demócratas progresistas , a socialistas y comunistas. Nuestra opinión es que la razón principal de la duración de este diario lo fundó un menor de edad que tuvo que esperar 17 días para pedir propiedad intelectual y poder exigir personería jurídica por su revista. Y en esa minoría de edad aun no cabían el rencor de la política, la falta de comprensión a los que piensan distinto y también, tal vez una generosa experiencia ganada viviendo en hogares de trabajadores y no teniendo influencias de fanatismo, ni políticos, ni económicos, lo que puso a Estrella desde el vamos de aquel 4 de octubre al servicio de todos y no solo de algunos.
Por eso nuestros lectores ven que nuestros agradecimientos permanentes para los que permiten nuestra subsistencia no tiene un color político definido ni siquiera una creencia religiosa diferente.
Unidos venceremos decía Perón. “Se puede, se puede, cambiemos” dice hoy Macri.
¿Hay alguna diferencia? Cuando la celeste y blanca sea el norte de todos, Argentina será el gran país que merecemos ser.
Y no vemos otra forma de terminar nuestros editoriales para estas ocasiones sin ese Muchas Gracias, que en 60 años repetimos miles de veces.

EL DIRECTOR FUNDADOR