Brutal agresión a la industria mueblera.
Este
gobierno nos tiene desalentados. Un día creemos en él, y al día siguiente un
baldazo de agua fría nos hace cambiar de opinión en la capital nacional del
mueble que es Cañada de Gómez, ¿Puede haber un solo fabricante de los 500
grupos que hace 50 años tenían fabricas de muebles en esta ciudad, que crean en
la buena fe y voluntad de un gobierno argentino que aumenta el 180% (según
leemos ayer en un diario serio y bien informado) la importación de muebles a la
Argentina?
¡Absolutamente
no! Estamos entrando en un terreno fangoso plagado de ciénagas que se están
tragando fábricas, grandes producciones argentinas que son orgullo de nosotros
en el mundo. Y ahora ocurre que al parecer Macri no sabe que hay un tal Cañada
de Gómez que puede producir si se diera la circunstancia ese 180% más de
muebles que no le signifiquen al país la
millonaria evasión de divisas que produce una importación de muebles que no
pueden ser mejores que los nuestros, (y si lo fueran no importaría) y que
producen en la Argentina desocupación, desesperación, falta de representación
al sector productivo al sector nacional, hambre, falta de trabajo y otras
calamidades que usted puede imaginar.
Tenemos
muchos amigos macristas. Buena gente. Gente que cree y que no se da cuenta que
el “Cambiemos”, tal vez está sugiriendo una actitud del gobierno y no del
pueblo. Ningún argentino en ejercicio del poder puede llegar a importar tantos
millones de dólares de muebles en un país donde se producen los mejores muebles
del mundo.
Todo
esto se parece cada día más a una dictadura con perdón los tantos amigos
macristas que tenemos pero que en este momento deben estar tan sorprendidos y
preocupados como nosotros. La nueva expulsión de periodistas como el Tata
Morales porque habla mal del gobierno, nos hace pensar en Lanata, al que jamás
el corrupto gobierno anterior dejó sin
trabajo o lo hizo despedir de donde trabajaba.
Tiene
razón Mauricio Macri: ¡CAMBIEMOS! O vamos hacia otro gobierno de facto.
EL DIRECTOR