sábado, 2 de diciembre de 2017

HORROR Y SOLIDARIDAD



Hasta el cierre de esta edición todos los argentinos estamos pendientes del destino del ARA San Juan. Ese es el horror del que habla nuestro título de hoy y que llena todas las almas de los buenos argentinos imaginando a 44 compatriotas encerrados en un submarino en el fondo del mar, y ya no le deben quedar lágrimas a los familiares de los 44 tripulantes de ese submarino argentino.
Nosotros siempre tratamos aun en las peores tragedias sacar alguna conclusión algo que difiera totalmente del dolor y la tristeza que nos embargan hoy a todos los argentinos ¿y que encontramos? La solidaridad del mundo que envió a la Argentina para ayudarnos a buscar a las 44 víctimas encerradas en un submarino a la deriva nos produce una contrapartida sino feliz al menos con signos de humanismo. Pocos podían imaginar antes de esta tragedia que naves, barcos, submarinos y aviones de Inglaterra, de Rusia, de Estados Unidos, de Chile, de Noruega y otros países del mundo pudieran venir y solidariamente todos juntos ayudarnos a buscar lo imposible de encontrar.
Claro que es muy poco para los familiares de las victimas pero tal vez sea demasiado para nuestra experiencia que tiene amplios conocimientos de las guerras, de los enfrentamientos y de las políticas encontradas y diferentes de todas estas naciones que de cierta manera a muchos como nosotros nos llenaron de orgullo argentino y humano que afloran como espinas en los diarios de todo el mundo hablando de guerras, de enfrentamientos, de ridículas diferencias que jamás tendrían que separar a un ser humano de otro por el solo hecho de haber nacido en diferentes lugares de la Tierra y hoy estuvieron juntos en nuestro país luchando por un ideal común y solidario. Tal vez sea poco. Pero nosotros fieles a una forma de ser seguimos esperando, seguimos con fe y ahora le agregamos el agradecimiento a esos países tan diferentes a nosotros que vinieron a ayudarnos.
El Director.