Miré
en una vidriera donde un viejo caminaba mirando el suelo haciendo pasos cortos
y con lo poco que veo me di cuenta que era yo, pero q pese estar en la vidriera
no hacían ninguna oferta por mí. Enseguida, porque estoy medio ciego pero no
estúpido me di cuenta que no estaba del lado de allá de la vidriera sino que
era un reflejo del vidrio que me reflejaba mirando el suelo y haciendo pasos
cortos porque hay gran cantidad de veredas en Cañada de Gómez en muy mal
estado, y mis 19 porrazos de semi ciego que tengo más o menos la mitad se los debo en veredas
de mal estado.
Me
dije “es una vergüenza” que la gente me vea caminar así pese a que solo tengo
82 años inflé el pecho, alargué el paso, levanté la cabeza y seguí caminando.
En la vidriera de al lado vi al mismo tipo pero caminando bien con la cabeza
alta pero eso si tampoco había oferta por mí en la vidriera siguiente.
No
es fácil venirse viejo…