viernes, 11 de mayo de 2018

QUE LASTIMA NO ENTENDER.




No nos vamos a auto engañarnos, eso de que somos periodistas de opinión. Tenemos la misma opinión que cualquier ciudadano, una tendencia como tienen todos los  habitantes pero jamás nos la creímos de que la verdad era la nuestra. Hasta hace poco le teníamos fe a Mauricio Macri. ¿Por qué? Porque un hombre a su edad con sus hijos, con su familia, con sus amigos y con su fortuna no necesita robarle al país como muchos legisladores y funcionaros de los últimos decenios de la Argentina arrancando en la era Menem. Ni los militares con todas las atrocidades que hicieron, no metieron una sola mano en la lata. Les hemos investigado todo los lugares  donde torturaban, los lugares donde enterraban a los terroristas que ultimaban pero fíjese… No se afanaron un mango. Pero a partir de Menem hacia aquí el riojano que entró Peronista de ultra izquierda y actuó como política de ultra derecha  y que hace buena letra para estar en el Senado, porque de lo contrario estaría en la cárcel, cambio todo. Hoy pareciera una reglamentación que se pasa en voz baja de uno a otro Diputado, Senador, como meter la mano sin dejar la impresión digital en las arcas nacionales. Volvemos al tema de hoy. Si yo fuera Presidente tendría que ser absolutamente idiota de poner de ministro de minería al dueño de las minas. Lo primero que hizo el tipo fue sacarse todos los impuestos. Y ese es un ejemplo nada más. No queremos sumar a todo lo que dicen todos los canales y todos los diarios del país, ya no es una idea nuestra, he escuchado a grandes empresarios y a gente muy buena para el país que dice exactamente lo mismo que nosotros pero en voz baja y que no se explica el por qué de la ultra derecha manejando un país con amplia mayoría de centro e izquierda. Por ahí pareciera como que la situación supero su capacidad, dice cosas como que hemos bajado la inflación, hemos bajado el dólar, hay menos desocupados, pero todas las radios, los diarios, la televisión dicen todo lo contrario, y ya este asunto empieza a preocuparnos, ya no tememos  tanto por las medidas que pueda adoptar, aunque siguen eligiendo los impopulares y obscenos DECRETO DE SEGURIDAD Y URGENCIA que manejan hoy los Presidentes de la República, como si no existiera un Congreso en la Nación o una sola persona  que pueda disponer cualquier disparate que mande al país a una quiebra, que Dios nos  ayude.
El DIRECTOR.