¿Cómo se puede analizar que
800.000 personas, jubilados, trabajadores despedidos, gente sin trabajo, gente
con hambre, y personas de toda edad se hayan puesto de acuerdo en ir a pedirle
a la Virgen de Luján, todos ellos lo mismo?
Pan, paz y trabajo…
Indudablemente que un fenómeno semejante, sin el apoyo de las pantallas de la
televisión compradas por el gobierno, le sugieran a la gente semejante acto de
fe.
Quizás en este artículo habrá dos
tipos de personas bien definidas: el pobre con fe, y el rico sin corazón.
Una incalificable legisladora,
alcahueta de Macri, tuvo ésta expresión con la prensa: el papa que está convirtiendo a la Iglesia en una unidad básica
(peronista).
No necesitamos agregarles
palabras a semejante afrenta.
EL DIRECTOR.