Hay
cosas que un comerciante que quiere instalarse o reinstalarse, o cambiar de
ramo, o ampliar la oferta de su pequeño negocio o no tan pequeño, para que la
gente se entere de lo que hay que hacer. Pasamos a explicarles, hace muchísimos
años en EE.UU un tal Ford, dijo voy a sacar un auto y toda la gente lo va a
comprar porque el auto le va a costar 120 dólares porque yo le voy a hacer 99
dólares de publicidad y voy a gastar 1 dólar en materia prima. Esta anécdota de
Ford pasa de generación en generación como un simpático anecdotario en la
producción de autos.
Mucha
gente tiene que aprender de Ford, por supuesto salvando los porcentajes pero
nosotros tenemos algo que decirles al nuevo comerciante o al viejo comerciante
o a los que están pagando las consecuencias de la actual conducción económica
argentina. Si antes vendían 100.000 por mes, con seguridad ahora están
vendiendo 40 o 30 y pensando seriamente en cerrar por vacaciones, en cambiar de
ramo, en echar empleados o cualquier otra posibilidad que se le ocurra para
salir de esta situación. Ni hablar si es un negocio nuevo. En 61 años hemos
visto miles de negocios nuevos con buenas ofertas, con buen trato con el
cliente que ofrecía mercadería que le es necesario a la gente comprar pero
cuando llegan a rubro publicidad cometen el gravísimo error de pagar la luz,
los impuestos, los sueldos por supuesto si tiene empleados, pero al llegar al
rubro publicidad expresarse de esta manera: “no podemos hacer propaganda si no se vende nada” ese comercio va a
cerrar, va a quedar endeudado y no con las agencias de publicidad, ni con el
diario, ni con los noticieros, y nos vamos a cansar de verlos cruzados de
brazos delante de un hermoso mostrador y con muy buenas ofertas colgando de
percheros o depositados en los estantes.
En
Cañada de Gómez, y en otros puntos de la zona, hay cientos o tal vez miles de
casos como éste. En Cañada de Gómez, el que más trabaja en publicidad es un
rodante. El primer rodante que hubo en la ciudad hace 70 años era Piringo que
salía con una bocina gritando “cine hoy
en Teatro Verdi, no se lo pierda, 3 películas de Sandrini”. Claro que
entonces no habia diarios, ni semanarios, ni radios locales, ni noticieros.
Pero lo sorprendente es que la gente se peleaba por conseguir una hora de
Piringo haciendo propaganda con su bocina caminando por las calles de Cañada de
Gómez.
Es un
caso sorprendente que las grandes empresas que gastan miles de millones de
pesos en la televisión nacional y en Cañada hay 5 de ellas de venta de
artículos del hogar, no tengan un cliente que atender en toda una mañana o en
todo el día y tenga 5 o 6 empleados cruzados de brazos.
Y
cuidado no hablamos mal de negocios que generalmente tienen buenas ofertas y
buenos empleados. Sino que cualquier crisis lo tumba si no se preocupan del
rubro más peligroso que tiene el comercio hoy: como hacer publicidad, y no
rendirse sin usar los métodos y los sistemas que ya en todo el mundo se sabe
que son indispensables para cualquier éxito de ventas de todo tipo de artículos
y servicios.
Hay
ofertas hasta de canje por mercadería. Nosotros en Estrella todos los muebles,
televisores y máquinas, comprados en canje de publicidad, y felizmente ningunos
de nuestros clientes jamás uso bandera de remate.
Disculpas,
si no nos quieren no vengan a Estrella, pero no insulte al cielo diciendo que
no puede hacer propagandas porque hay crisis: es su primer paso hacia su peor
fracaso.
EL DIRECTOR.