miércoles, 17 de octubre de 2018

NI MACRI, NI CRISTINA



Hay muchos lectores que piensan que porque uno está totalmente en desacuerdo con la política económica de Mauricio Macri, es porque está a favor del Kirchnerismo. En nuestro caso es absolutamente irrelevante, nosotros hemos criticado severamente el manoseo y el enriquecimiento ilícito de los principales popes del Kirchnerismo.
El hecho que nosotros no estemos de acuerdo con medidas de este gobierno, sus mentiras, sus abusos, y su terquedad en respetar a la Argentina como lo que es: un país rico política y económicamente soberano. Y repudiamos que vengan a decirnos lo que hay que hacer con el dinero argentino oligarcas norteamericanos del FMI, instalados como señores dueños de nuestra patria porque nos prestaron lo que antes nos habían robado.
Dejamos en claro que nosotros no tenemos porque estar a favor o en contra de nadie. Como ciudadanos podemos opinar y siempre reconociendo que si hay gente en el gobierno ha de ser porque son gente capaz y por eso han sido elegidos (creemos).
Nos nace esto porque pareciera que el estar en contra de esta parodia económica, más parecida a un robo de identidad avergonzante, no dejamos de tener las objeciones que oportunamente este diario tuvo  contra De Vido, Báez, Moreno, López y compañía, todos ellos dirigidos por Cristina de Kirchner.
Que defendamos los métodos de Macri, que son indefendibles, y cualquier argentino podría creer que criticamos a Macri porque preferimos a Cristina.
Ni Macri ni Cristina, merecen estar sentados en el sillón de Rivadavia, y así como antes a un soldado desertor de los ejércitos nacionales se los fusilaba en la plaza de la misma manera tendríamos que tratar a quienes roban al país que los eligió para mandarnos a un mejor destino futuro.
Queremos realmente que cambiemos, se puede, se puede. El mismo Macri gastó muchos millones de dólares usando este latiguillo y demostró que sí, que si a uno lo votan se puede… Se puede destruir un país en 3 años como lo hizo nuestro actual presidente.
EL DIRECTOR.