Charlando con un viajante amigo desde hace ya muchos
años, en una sobre mesa de un almuerzo, tuvimos ocasión a escuchar éstas
palabras: “ojalá Rosario tuviese una mujer como la que tienen ustedes como
intendenta” Este muchacho de unos 45 años hace más de 20 que viene a Cañada de
Gómez y por su trabajo, tiene que visitar comercios en distintos lugares de la
ciudad, en el primer viaje él levanta los pedidos, luego le traen las
mercaderías a sus clientes y en el nuevo viaje de él, el mes siguiente pasa a
cobrar lo que corresponde. Un rosarino de lujo, muy buena persona, con claridad
en sus conceptos con el que no nos contó nada hacernos amigos simplemente
encontrándonos luego de un almuerzo en el comedor de siempre, charlando de las
cosas de siempre. Y generalmente coincidimos con él. A veces hay que hablar con
la gente que nos mira de afuera y puede opinar mejor de nosotros, que nosotros
mismos, porque las cosas se ven mejor a la distancia como los cuadros y otras
obras artísticas.
Éste muchacho, no entiende como en Cañada de Gómez una
intendente mujer pudo hacer tantas obras en algo más de una década. Dice, cosa
que ya sabíamos nosotros, que nuestra intendenta es una “máquina de hacer
cosas” como nosotros lo decimos siempre. Le llama la atención lo rápido que se
definen las obras en ésta ciudad, cosa que no ocurre en su Rosario natal.
Dentro de un año la gente va a tener que votar otra vez
sobre el puesto a intendente municipal y unos concejales, como en todo el país.
José, que así se llama el viajante amigo, nos dejo una
frase antes del saludo.
-Cuídenla. O
préstennosla a los rosarinos, que hace rato necesita una intendenta así.