Una empresa que nos hacía sentir orgullosos a todos los
cañadenses, luego de sortear muchos obstáculos, ha cerrado sus puertas.
Vitrofin antes Vederfin, era una cristalería de las mejores
del país. Se supo de varias remesas de sus copas de cristal y sus jarras
esplendidas fueron adquiridas en Cañada de Gómez para los almuerzos de la gran
diva Mirtha Legrand.
No podemos asegurarlo, si este cierre que todos lloramos o
lamentamos, podría ser que una vez más nos de la alegría de resurgir como el
Ave Fénix de entre las cenizas.
Las facturas de gas y luz se le hicieron impagables y los
gobiernos nacionales actuales, no tienen corazón más que el acumular dólares.
Destacamos que nuestra intendenta asumió muchas veces una postura de apoyo a
esta emblemática fábrica de cristalería.
Creemos porque somos enfermos de optimismo que Vitrofin que
tenía 45 empleados y terminó apagando el horno, vuelva a tener el apoyo del
gobierno nacional o provincial y se sume al empuje que permanentemente le ha
dado la municipalidad de Cañada de Gómez.