La policía no quiere
disparar.
La ley que
elevó al Congreso Patricia Bullrich, la encargada de mantener la seguridad en
el país, recibió un rechazo nacional en todos los niveles al pedir una ley de
“gatillo fácil” a la policía y las fuerzas del orden.
Según Bullrich
autorizaba a los policías a utilizar sus armas de fuego en los momentos en que
actuaran en algún acto delictivo. Fuimos
a consultar con un policía amigo de Cañada de Gómez que por disciplina pidió no
ser mencionado porque existe un rígido régimen en ese aspecto. Esta fue la opinión de un policía de carrera
y que confirmando lo que muchas veces dijimos en este diario se expreso así:
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Yo
sé que en Buenos Aires hay de cientos de viudas de policías. Pero darle la orden de utilizar un arma de
fuego en público a un agente de policía es muy riesgoso y expone al propio
policía a generar tiroteos donde pueden caer civiles sin ninguna vinculación al
hecho, como también puede ocurrir que camaradas nuestros estén cargados de odio
por las injusticias que se sufren cada vez, cae un policía en servicio y se
tiene que actuar ante personajes del peor nivel. Siempre la familia del policía
se convertirá en un blanco fácil cada vez que caiga en alguna refriega de algún
delincuente importante.
Muchas veces este tema lo discutimos entre policías. Que hay algo de lo
que nunca vamos a estar de acuerdo con la justicia. Que a veces castiga con más
rigor a un policía que a un delincuente que parecieran tener la puerta abierta
en pocos minutos o días y la policía no tenemos los mismos beneficios.