Parece mentira pero es cosa de la anatomía humana. Los
viejos se acuerdan mucho mejor de lo ocurrido hace 60, 70 años que lo que paso
antes de ayer o hace un rato. Por eso nosotros en Estrella tenemos una mayor
cantidad de gente grande que nos busca en los kioscos de ventas de diarios y
revistas, que la gente más joven. Aunque sabemos que muchos jóvenes siguen con
pasión la actividad deportiva y la historieta de Cacho Dinamita. Pero la gente
mayor, aparte de esas dos secciones que leen los jóvenes, tienen una prioridad,
uno con los fallecimientos y con las diez noticias salientes del mundo que
difundimos en página 2 y 3 de nuestras ediciones.
En este diario hablamos de la Heladería Ritz, la más famosa
antes de Garello, y tenemos un triste recuerdo de Quintana, el dueño de esa
legendaria heladería hoy desaparecida. Sus vecinos hace un tiempo dejaron de
verlo unos cuantos días, y un vecino, Carlos Petri gran dibujante de Estrella
hoy fallecido, nos informó en el Diario que lo veían a Quintana sentado en el
techo de su heladería desde hacía dos días. Logramos entrar en el domicilio de
Quintana y descubrir que es lo que pasaba. El dueño del local estaba helado y
muerto hacía varios días, habia entrado a destapar una cañería en el techo, se
ve que se sintió mal se sentó en una pared y quedo ahí unos cuantos días muerto
hasta que lo descubriera Petri.
Historias tristes que se mezclan con historias lindas, como
los bailes del 2 de Agosto, el baile de Los Suizos que era el baile más famoso
de Cañada de Gómez por muchos años atrás. Estas viejas historias van pintando
los vaivenes de una vivencia que con los años se van evaporando con el agua,
por efectos del sol, y que solo reviven en las mentes de ancianos o gente entrada
en edad de vivir más de recuerdos que de cosas nuevas.
El cuento de hoy: para hacer más simpático este espacio para
los viejos siempre lo culminamos con un cuento, normalmente malo.
Un matrimonio tuvo la feliz llegada de la cigüeña y los
padre chochos, hasta que notaron que el bebe a varios días de haber nacido no
habría los ojos. Los padres preocupados lo llevaron a un médico y el pediatra
le dijo que estén tranquilos que el nene era normal. Volvieron a la semana y el
nene no habría los ojos, el médico volvió a tranquilizar a los padres. Pasó un
mes y volvieron al médico y el padre un poco preocupado le dice al doctor:
Usted me quiere hacer creer que el chico no abre los ojos y es normal y no es
así, no es normal. El médico miró al padre preocupado y le preguntó: “Dígame
señor, ¿donde trabaja su esposa? El padre le respondió: En un supermercado
Chino doctor, el médico lo llama aparte al padre y le dice en voz baja - me
parece señor que el que tiene que abrir los ojos no es el nene sino usted.
(Telón rápido).