A Stella no se le escapa nada, los adornos lumínicos de
Ocampo y Lavalle en la zona central anticipan al pueblo que se vienen las
fiestas y que este año tiene razones especiales de festejo, es como si el pueblo
hubiese vuelto a ser el dueño de su destino sin necesidad de manipular euros,
dólares ni créditos salvajes del Fondo Monetario Internacional. El pueblo
recuperó su paz, su esperanza y su paciencia.
Obvio, nosotros también.