La improductiva y salvaje irrupción de la oligarquía en la Casa Rosada y en la Quinta Presidencial de Olivos no podía provocar otra cosa que lo que produjo. Macri pidió miles de millones de dólares al F.M.I y cuando perdió las elecciones y asumió Alberto Fernández no se encontró ni siquiera con monedas en las cajas fuertes del Gobierno y del Banco Central.
¿Dónde carajo escondió, repartió o quemó tanto
dinero Macri? En esta emergencia y urgencia gravísima en que el nuevo y flamante
presidente, no tiene de donde agarrarse.
¿Acaso no es verdad que Mauricio Macri endeudó por
100 años a la Argentina? Quedan insospechadas especulaciones y dudas en la
gente y en el periodismo…
Acaso no dijo Christine Lagarde, la ex colifata del
F.M.I, que la solución para la economía Argentina era que desaparecieran los
viejos y que había que hacer algo ya mismo al respecto. No solo lo dijo sino
que lo repitió varias veces, a tal punto que a nadie le sorprendería que haya
sido idea de esta repulsiva enviada del F.M.I que haya contratado algún
laboratorio y creado el coronavirus, pero se olvidó la muy idiota e hija de… de
decir que solamente desparramaran el virus en la Argentina y no en todo el
mundo, afectando a toda la economía capitalista internacional, global y
mundial.
En este maremagnos con cientos de miles de muertos y
millones de enfermos, contagiados e infectados acongojando a los seres humanos
de todo el planeta y luego de escuchar los discursos de la intratable enviada
del F.M.I con toda la sarta de estupideces que puede llegar a pensar una
oligarca y tecnócrata contra los “odiosos” viejos que “tanto daño” le hacen a
la economía y que en realidad, subsisten y sobreviven en este mundo gozando de
lo que Dios puso a disposición de todos los seres vivos de este planeta.
Lamentamos mucho la mala suerte de Alberto y
Kristina de tener que chocar con semejante enemigo invisible y mortal como el
resto del mundo, debiendo postergar todos los lindos proyectos e ideas que esa
fórmula peronista, nacional y popular traía para hacer renacer, florecer y
crecer a este país tan devastado, arrasado y destruido por Macri en sus 4 años
de gobierno, 2016-2019.
Los viejos no somos inútiles, los viejos solo
tenemos derecho a vivir en paz y sin ataques impredecibles e inesperados de
nuevos virus que llegaron para alimentar viejos odios, y que no pueden ser,
creemos, un castigo de Dios porque entre los castigados por esta plaga están
los viejos y los pobres, es decir sus hijos.
EL
DIRECTOR.