sábado, 30 de mayo de 2020

ESPERA, NO TE SUICIDES TODAVÍA!!!




Como es habitual en un pueblo que no tiene aprobadas todas las materias que se necesitan aprobar en un país democrático y libre, la oposición está contra Alberto Fernández y cuando no de una “larga e innecesaria” (para muchos) cuarentena.
Nosotros no podemos tomar partido y menos contra un gobierno que ha comenzado muy bien su tarea y su mandato hasta que esta maldita epidemia que se convirtió en pandemia del coronavirus, obligó al flamante presidente que mezclados entre las primeras buenas noticias que dio su mandato, las malas noticias comenzaron a llegar y el gobierno no tuvo más remedio que darlas. Y gracias a la premura del presidente Fernández, Argentina no fue un Brasil ni un Estados Unidos, ni una Inglaterra, ni una España, ni una Italia…
La urgente y emergente medida del gobierno argentino impidió que el maldito virus cayera con todo sobre un pueblo como el nuestro, como si lo que estaba por venir era solo “una gripecita” como dijo el presidente brasilero, Jair Bolsonaro que al final esa “gripecita” de la que hablaba el fascista imbécil se produjo como una explosión en serie en las favelas y los barrios pobres del Brasil dando lugar a una verdadera catástrofe con miles de muertos y cientos de miles de enfermos, contagiados e infectados. Igual Chile, igual Ecuador, igual Perú e igual que muchos otros países de América y del Mundo que no tuvieron un presidente y un gobierno alerta y preparados para lo que se venía.
La cuarentena y el aislamiento producen un terrible sentimiento de abandono, miedo y soledad en el pueblo pobre (y el no pobre también).
Se espera que la cuarentena y el aislamiento terminen y el 8 de junio no sea la fecha de otro comienzo de algo que ya la gente no soporta, tolera y aguanta más. La depresión, la angustia, la amargura, la desesperación, el desempleo, la falta de trabajo, el hambre, entre otras tantas cosas, todo es una olla con algo explosivo a punto de estallar.
Pero que nadie culpe a Fernández de exagerar con la cuarentena.

EL DIRECTOR