sábado, 13 de junio de 2020

OTRA VEZ BUENOS AIRES COMO EN TODA LA HISTORIA, CORRE CON LAS CULPAS DE LA PANDEMIA.




Ya no estamos más en el siglo XVIII y XIX ni hay batallas en las pampas de Buenos aires, ni son argentinos contra argentinos como Rosas, Dorrego y Lavalle o Urquiza pero nuevamente Argentina tiene que pagar los platos rotos en el gran Buenos Aires y en la ciudad de Buenos Aires que le pasan factura a todo el país y a todas sus provincias.  En el interior venimos sacrificándonos usando incómodos barbijos y un encierro enfermizo y estresante.
Se da también la situación del enfrentamiento de la oligarquía sojera, agraria y terrateniente contra los productores, contra los trabajadores y contra el pueblo que siempre son los que pagan los platos rotos. Vicentin es una clara demostración de la oligarquía (en contacto con el gobierno nacional de Macri).
Está intervención del estado es una medida que busca recuperar los más de 300 millones de dólares que el gobierno de Macri les otorgó y que se los robaron en vez de utilizarlos en la empresa, terminando por fundirla, quebrarla y dejarla en bancarrota. Esta medida afectada también por los préstamos multimillonarios del F.M.I, lesiona intereses económicos de los grandes ricos de la Argentina.
Era de esperar que el nuevo gobierno argentino metiera las manos en los bolsillos que se llenaron mediante estafas, defraudaciones y robos contra el Estado, el Banco Central y los créditos millonarios pedidos por Macri al FMI.
El partido recién comienza, pero esta vez los que le roban al país no tiene un réferi bombero.
EL DIRECTOR.