sábado, 12 de septiembre de 2020

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

Soldados… Rajemos!!!

 

Año 1955, el distrito militar 35 ubicado donde hoy está la confitería Junior B de la Sociedad Italiana era el distrito militar donde estos soldados que ven ustedes en la caricatura que les hice cuando tenía 19 años y era soldado de la clase 34 (aunque podía hacerlo 2 años antes) para poder entrar a trabajar al banco), era el dibujante y estos éramos los soldados, entre los suboficiales estaba Felipe Pascual Mocchi, Juvenal Funes, Carradori, el gaucho Pérez, “Sandrini”, Clever Bosco, el gordo Iglesias, Salomoni, entre otros.

Era jefe el Teniente Coronel, José Jaime Gómez.  Recién se había producido el golpe de estado de 1955 y todo cambió para nosotros. Debíamos cuidar los lugares militares, retirar las municiones que había en todos los tiros federales y cuidar los lugares especiales, como el AeroClub. Nos tocó esa fecha de Junio de 1955, hacer la guardia bajo la dirección de Clever Bosco el sargento primero, el cabo Cacho Morello, los soldados rasos Juancho Perrone, José Antonio Ramacciotti (Ya era ATILA JARTTI a los 19 años) y el policía, la pantera Gómez, que dormía parado apoyando su Mauser en unos ladrillos poniéndose la punta del caño debajo de la barbilla e increíblemente dormía y roncaba de parado. Durante las noches teníamos que cuidar el AeroClub, habíamos comido un asado y la ruta era toda oscura, no pasaba un solo camión, ni autos, ni motos, ni nada.

De repente, a la 1 de la mañana se siente la voz de Juancho Perrone que dice: “Mira está amaneciendo.”

Los que no dormíamos prestamos atención y la ruta 9 fue aclarándose cada vez más, pero con seguridad no era que estaba amaneciendo…

 

Empezamos a ver las luces del 12 de infantería de Santa Fe, lo cual nos puso en estado de alerta, especialmente a nuestro suboficial a cargo, Clever Bosco.

Cuando empezaron a salir reflectores que iluminaban el campo de aviación, seguramente para determinar si había algún aparato o algún avión en la playa. Clever Bosco miró atentamente y seriamente y se preocupó, tenía que tomar la decisión él y me dictó la orden militar que me tenía que dar…

Clever, inflando el pecho levantó la mano derecha con el dedo índice señalando el cielo y dijo:

 

SOLDADOS… RAJEMOS!!!

 

Todos corriendo por el AeroClub y cuando teníamos los reflectores cerca nos tapábamos con la frasadas marrón terroso que habíamos traído cada uno para no sufrir el frío de esa noche de Julio de 1955.

         Por suerte, gracias a Dios, a la Virgen y a todos los santos, no nos vieron, así que el 12 de infantería pasó de largo sin parar por el club y a los que estuvimos en esa “gesta heroica”, nos quedó como un recuerdo prendido en los oídos la valiente orden de nuestro sargento a cargo, que les vuelvo a repetir por si no se entendió:

SOLDADOS… RAJEMOS!!!

No hace mucho se nos fue esa gran persona que era Clever Bosco y muchos de los que estaban allí, ya no están vivos, quién sabe si no soy el único, el último que queda.

La historia tiene cosas graves que pasan a ser graciosas después de muchos años…