sábado, 31 de octubre de 2020

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

Ver la vida desde Buenos Aires…

 

Yo tuve tres oportunidades de irme a vivir a Buenos Aires pero les voy a contar una, quizás, la más importante de toda mi vida:

Cuando tenía 17 años Walt Disney que tenía un estudio de filmación en San Pablo, Brasil, selecciono a 50 dibujantes jóvenes de 17 años con talento para trabajar en películas de dibujos animados.

Había que presentarse en la casa de Torino, el dibujante creador de Don Nicola y el conventillo de Don Nicola en la Revista “Aquí Está”, uno de los mejores.

Habrá habido 100 chicos que se presentaron con carpetas como yo, en Buenos Aires, entre ellos, Bayón, Cassioli, el gran García Ferrer y otros.

Logré entrar y quedar en uno de los últimos puestos y volví a Cañada de Gómez, mi pueblo, feliz y loco de alegría, me iba a incorporar al equipo de Walt Disney, desde San Pablo.

Cuando llegué con la noticia a Cañada, el gritó de Dora, mi mamá, se sintió hasta el arroyo y ahí se terminó mi sueño.

Acepté los gritos de mi mamá y sus lágrimas. Pero luego me hice mi propio destino con Cacho Dinamita que tuvo la dicha, suerte y fortuna de salir en La Razón de Buenos de Aires, durante tres años, desde 1993 hasta 1996 en que se cerró La Razón, de manera definitiva y permanente, para siempre.

En esos años la soledad me ahogaba y estaba al borde del suicidio pero de repente, Dios iluminó mi camino y llegó Liliana y enderezó el barco. Seguí trabajando en mi tira, en mis dibujos, en mis pinturas y en mi Diario y acá estoy, todavía.

Estando en La Razón conocí muchas cosas que algún día contaré pero una especialmente la voy a contar hoy.

Carlos Spadone, peronista de la primera hora, quería hablar con Perón que ya estaba en Puerta de Hierro, en España, exiliado y no quería saber nada con los peronistas como Spadone que no se destacaban por su dignidad y su decencia.

Spadone era uno de los enfermos por el renacimiento del peronismo en Argentina, intentó 5 veces ir a verlo a Perón a Puerta de Hierro, las 5 veces no fue recibido hasta que tuvo una idea y conociendo una de las debilidades de Perón se fue con 10 kilos de dulce de leche a España, entonces la sexta vez, Spadone se presenta, llama a la puerta y dice: “Vine a regalarle a Perón 10 kilos de dulce de leche”.

La Puerta de Hierro se abrió en pocos minutos y salió el Brujo a recibir el regalo e hizo pasar a Spadone.

Seguramente ningún libro de historia habrá contado este hecho, Perón era fanático del dulce de leche y en España no se hacía y ahí nació una amistad porque Spadone era de los fanáticos peronistas que hicieron mucho para que Perón volviera al país y no hubiese un veneno mortal para el peronismo enfermizo que hubiese quedado en el país si Perón moría en España, exiliado y no como Presidente de la Nación Argentina cuyo destino debía ser y al final, fue.

Spadone me invitó al casamiento de su hija como dibujante de su Diario, La Razón, donde además colaboraba con artículos, notas y escritos.

Yo estaba invitado pero pasando un momento muy triste de mi vida, lo cual no me impulsó a ir a conocer a gente tan importante, relevante y famosa como hubo en esa fiesta y en otras a las que también era invitado. Eso sí, Me dio un poco de bronca, ver la cantidad de páginas que dedicó al casamiento de la hija de Spadone, la Revista Gente.

Me perdí una foto en esas ilustres páginas y quién sabe si algo más…

García Ferrer murió a los 85 años hace poco tiempo, creador de Hijitus, Largilucho, Pucho, el Profesor Neurus, el Libro Gordo de Petete, entre tantos otros. Todo un triunfador. Un Maestro.

Él le había dicho que si a Walt Disney. Yo no.