sábado, 12 de diciembre de 2020

NUESTRA SITUACIÓN HOY.

 

La pandemia: Un castigo mundial.

 

Nuestro Diario al igual que todos los negocios, comercios, empresas, fábricas e industrias del país debió haber cerrado sus puertas durante los 10 meses que duró la cuarentena por el temible, terrible y mortal coronavirus, (COVID-19).

Nosotros, luchadores como siempre, no salimos 4 o 5 veces por semana pero si mantuvimos y conservamos la edición, la publicación y la vigencia del Diario a través de 1 o 2 números y ediciones semanales donde publicamos, divulgamos y difundimos lo esencial y lo más relevante e importante.

Hubo muchas firmas que quebraron, se fundieron, quedaron en bancarrota y que directamente y definitivamente cerraron para siempre.

Este maldito virus arruinó el comienzo de un muy buen gobierno que había arrancado con los Fernández y afectó negativamente y fuertemente a todas las grandes empresas, a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), a todos los negocios, a todos los comercios, a todas las industrias y a todas las fabricas y dejando expuesta, miserable, indigente, pobre y desamparada a la gente desempleada, sin trabajo, al hambre y al desamparo sin tener a nadie a quién recurrir.

Bien podríamos decir que si este año se hubiese producido un año atrás, es decir, el año pasado, bajo el gobierno de Macri los resultados hubiesen sido dramáticos, mortales y terribles, mucho peores que los actuales.

Tuvimos y tenemos un gobierno peronista y la oposición oligarca oponiéndose a todo lo que el gobierno nacional y popular eligiera y elige para pasar esta enorme crisis que nos trajo este 2020.

Algunas empresas han recuperado sus funciones pero todo es muchísimo más difícil hoy que ayer.

La vacuna de cada país científicamente dotado para lograrla sigue siendo un sueño y una promesa que se va postergando día a día, semana a semana y mes a mes.

Nosotros, la voz del pueblo, un poco ronca, vieja y cansada no sonó 4 o 5 veces por semana como antes sino 1 o 2 a la semana pero nunca abandonamos nuestros puestos de trabajo y nuestros puestos de batalla y gracias a Dios todavía seguimos.

EL DIRECTOR