Se fue el peor año que no solamente se llevó las ilusiones, los sueños y las esperanzas de un país que volvía a creer en la política, que volvía a ser peronista y que todos esperaban ansiosamente, pero apenas despegó sus alas el nuevo gobierno peronista de los Fernández como si fuera una maldición, aparece un virus que casi todos creen una cosa natural y unos pocos dudan de ello y ven la mano de algún terrorista arrojando bombas químicas contra la humanidad.
Los seres humanos creyentes elevamos la vista al cielo y le pedimos a Dios que esta tortura que sufre todo el mundo con la enfermedad y la muerte de tanta gente no traspase las fechas cristianas de este fin de año.
Nuestro Diario sale con su último número y edición normal, común y corriente y promete un anuario como es habitual, todos los años, para que usted lo tenga y lo archive como seguramente hizo con todos los anteriores, completando la historia que estamos viviendo este año.
Nuestro agradecimiento a la gente que nos siguió apoyando y nuestro agradecimiento a Dios, a todos sus santos y a todos sus ángeles para que terminen con esta terrible pandemia que aterroriza, enferma y mata mucho más allá de lo que mucha gente mala merecería, sino que no hace distinciones y juicios de ningún tipo.
Ningún ser humano bueno y cristiano tendría que estar eximido de recibir la mano de dios y sus bendiciones para que volvamos a vivir en paz, con amor, con salud y con trabajo.
EL DIRECTOR