Pidió una querella criminal contra Macri por sus
manejos de una fortuna incalculable prestada por
el F.M.I.
Argentina es un país que debe ajustar y aceitar sus resortes en la
justicia.
Si uno calcula la población carcelaria que hay en el país, estamos casi
seguros de que existen muchos más culpables, ladrones, violadores,
narcotraficantes y asesinos libres caminando por las calles, cuando no
siguiendo con la rutina del robo, del asesinato, de la violación, de la
venta de drogas y de las estafas.
Sigue siendo, la justicia la costilla rota del país. La que padece más
dolores y más pérdidas.
Es inadmisible, la presencia de delincuentes ya reconocidos,
identificados y probados por el país y por el pueblo que cambian de
posición y de postura según la moneda corriente y que no reparan en
eternizarse en puestos que debieran tener un tiempo determinado,
especifico y relativo, porque justamente en la justicia y en la política
es donde más se desgastan los buenos nombres y los buenos apellidos.
Alberto Fernández hizo un amplio panorama de cómo estamos en
Argentina y dejó bien en claro lo que todos sabíamos:
Recién cuando el peronismo volvía y empezaba a poner las cosas en
orden, llego una pandemia que echó por la borda a muchos grandes
proyectos, metas, objetivos e ideas que todavía siguen esperando para
lograr la grandeza de la patria que tiene de todo pero muy mal
aprovechado y administrado.
Alberto Fernández tuvo la mala suerte de que una pandemia hiciera
que todos los esfuerzos, empeños y sacrificios de la Argentina
tuvieran que dedicarse a luchar contra el coronavirus (COVID-19),
como pasó, sucedió y ocurrió en todo el mundo.
Mientras Clarín y La Nación y sus satélites radiales y televisivos,
siguen inventando, fabricando y produciendo mentiras contra el
gobierno y todos sus miembros e integrantes.
Los argentinos solo tenemos que darle las gracias a Dios porque no
fuera un presidente como Mauricio Macri el encargado de afrontar una
situación como la sigue viviéndose en todo el país y en todo el mundo.
EL DIRECTOR