sábado, 3 de abril de 2021

ATILA JARTTI, TUTTI FRUTTI.

Vida de perros…

Se nos ocurre pensar, que Dios creó junto al hombre y la mujer un animal (o muchos) que le sirvieron al ser humano para servirlo y ayudarlo a vivir en éste mundo. El perro: poco a poco este animal se ha ido incorporando a las familias, a los amigos de los chicos, a los custodios de las casas de sus amos quienes ellos (los perros) aman como el mejor de los seres humanos amaría a su hijo, a su hermano, o a su madre.

Los perros tienen su propia disciplina, el perro callejero se asocia con dos o tres perros más y marcan un territorio, que ellos entienden, les corresponde; por supuesto, en la calle. Por ahí se sienten ladrar varios perros juntos, son tres o cuatro perros que defienden su cuadra porque ha llegado un perro de otro lugar que quiere instalarse en lo que ellos entienden es su casa.

No se imaginan el dolor que yo siento cuando un perro negro que duerme en la puerta del Diario Estrella me acompaña al lado cuando voy caminando hacia mi casa y cuándo puede me pega el lengüetazo en la mano como hace un perro con sus amos, y después de las tres cuadras que me acompaña (a veces al lado y a veces atrás mío) siento las pezuñas con ese tic-tac característico siguiéndome hasta que yo llego, cierro la puerta de vidrio que me separa del exterior de la vivienda y el perro se queda mirándome desde detrás del vidrio como pidiéndome por favor que lo adopte. Pero ocurre que yo no puedo tener un perro en una casa de departamento, ósea que mi devolución al amor del negro es una simple caricia en su cabeza o en sus ojeras y alguna palabra que yo estoy seguro que los perros entienden, pidiéndole perdón por no tenerlo siempre al lado mío. Al perro mas mío que tuve lo compré recién nacido y le puse Diógenes, porque era el perro de un linyera creado para la pagina de historietas de Clarín por un gran dibujante; a ese perro sólo le faltaba hablar pero él se hacía entender igual sin necesidad de hablar. Lo criamos en lo que era el Centro Ronda Musical, lo criaba, daba de comer y bañaba una de los hermanos Barrera.

Sin embargo, él sabía que yo era su dueño aunque nunca le diera un pedazo de pan ni de carne para comer. Un vecino que tenía dos dálmatas que hacían “morisquetas” atrás del vidrio de entrada al Diario Estrella que en ese momento funcionaba en Balcarce 777 y un día, cansado de ladridos, de bronca de mi pobre Diógenes, le abrí la puerta y lo deje salir para que se enfrente con los provocadores dálmatas que hacían escándalo todas las mañanas como burlándose de Diógenes. Mi Manto Negro hizo estragos con los dos Dálmatas que ya no volvieron a venir a burlarse de Diógenes pero si logro que el dueño (vecino de Ronda Musical en ese momento) le tirara sobre el tapial un pedazo de carne con vidrio adentro, vivió dos días con el estomago hecho trizas y con sus ojos tristes como despidiéndose de quien el tanto quería como yo quería a él. Desgraciadamente donde vivo no puedo tener un perro, si no el Negro ya viviría ahí y le hubiese puesto el nombre de Diógenes para que me recordara a aquel viejo Manto Negro.

Hoy podría tener un perro, porque a los 85 años mi perro se moriría después que yo, y yo no sufriría su pérdida como sufrí la de Diógenes.

¿A usted no se le ocurrió pensar que los perros tienen que ser seres humanos en la otra vida?. Porque a mí nadie me saca de la cabeza que los perros y los hombres se entienden aunque no tienen el mismo idioma, ¿No lo creen?

 

Hay un recuerdo que los hinchas de Adeo tendrían que exaltar: el chiquito y genial Pinino Más, uno de los legendarios crack de River Plate; cuando cerró su campaña en River jugó varios partidos con la camiseta del Everton Argentinos Junior  (hoy club Adeo) algún hincha fanático del portaviones tiene que conseguirse una foto de Pinino Mas con la camiseta tricolor de aquel Everton y pedirle a Hugo Bonfigli, un artista de la publicidad, una gigantografía de esa imagen para adornar el lugar más visible de Adeo. Porque no quedan dudas de que Pinino Mas como Manzanita y Zaccari y muchos cracks mas hicieron grandes a éste club. ¿Se lo merece Adeo? Sí. Y también se lo merece Pinino Más; ¿No le parece?.